miércoles, 30 de enero de 2008

Los mismos perros


El pasado mes, la Joventut dels Socialistas de Catalunya (JSC) le pidió al Cardenal de Barcelona, Lluís María Sistrach, que exigiera al Vaticano la excomunión del Obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez, que se ha hecho famoso hablando de la pederastia, soltando perlas como "puede haber menores que sí lo consientan, y de hecho los hay" o "hay adolescentes de 13 años que son menores y están perfectamente de acuerdo, y además deseándolo. Incluso si te descuidas te provocan".

Lo primero que pensé fue: “Pero a JSC ¿que se le ha perdido en Roma?”. Han meado fuera de tiesto haciendo una petición de índole religiosa como organización política. En todo caso podrían pedir la cárcel por apología o justificación de la pedofília.

Pero luego me di cuenta de que, de hacer eso, el asunto podría llegar a los tribunales y tener un resultado negativo en las elecciones. No olvidemos que personas como el ex ministro Bono son del partido socialista, aunque resulte chocante. Pedir la excomunión, en cambio, es algo que saben que no va a llegar a ninguna parte pero les permite responder de un modo vistoso y con aparente contundencia.

Todo esto me hace pensar que quizás la naturaleza de ambos poderes, el político y el religioso, no sea tan distante, pues ambas tienden a entrometerse en el terreno de la otra: la Iglesia quiere meterse en política y la política se quiere meterse en la Iglesia.

O también puede que esté equivocada y JSC haya hecho la petición de excomunión de forma totalmente inocente. Supongo que lo próximo que harán será pedirle a Charles Manson que condene la violencia. ¿Vosotros que creéis?


http://jsc.alfa9.com/noticias_tipo.php?id=132



El santo varón en actitud beatífica


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Esta mañana me he dormido, los efectos inmediatos:llegar tarde al trabajo, los efectos colaterales: darme cuenta de que lo odio. Marta estaba a mi lado en la cama cuando eso ha ocurrido, me he sorprendido enfadado con ella por algo en lo que no ha tenido nada que ver, lo cierto es que no la imagino tapándome los oídos para evitar que escuche el despertador, en todo caso me alegra a ver sido consciente del tema, lo que por otra parte no ha evitado que sintiese rabia, exponencialmente alimentada por el echo de que no he sabido que hacer con ella. Diez minutos después he decido mojarla en los cereales del desayuno, los efectos inmediatos: un poco de calma, los efectos colaterales: esta noche tocará limpiar la cocina.

Gracias por escucharme. Has sido temporalmente invadida por un parasito flexible demasiado perezoso para crearse un blog.

gulg dijo...

Pues ... la Iglesia hace tanto caso a sus fieles como los políticos a sus electores.

Mismos perros con diferentes collares, sí :)