viernes, 11 de enero de 2008

El hombre de la furgoneta blanca


Una gran parte de los cuentos de hadas son fascinantes y aterradores a la vez. Cuentan historias de niñas huérfanas luchando contra la adversidad de la vida completamente solas. Asediadas por malvadas madrastras y hermanastras que quieren destruirlas por su juventud y belleza; amenazadas por lobos que las quieren llevar por el mal camino; encantadas por un príncipe gilipollas y cobarde por el que darán su vida si hace falta.

Aunque a mí los que más fascinantes y aterradores me parecen son los que tienen un origen real, como Hansel y Gretel, por ejemplo. Parece ser que su origen está en la Edad Media y las hambrunas que hubo en Europa. Por entonces algunos padres, que se veían incapaces de dar de comer a sus hijos, los abandonaban en el bosque a su suerte, que solía ser el estómago de un lobo. Puede parecernos que entonces la gente estaba sin civilizar, pero no hace tanto, durante la depresión americana, también había padres que abandonaban a sus hijos en cualquier lugar. Hay al menos una película, que yo recuerde, donde esto se ve reflejado: La noche del cazador.

El Flautista de Hamelin es otro caso de cuento de hadas que se inspiró en un hecho real: la Cruzada de los Inocentes. Durante las cruzadas, allá por el siglo XIII, un adolescente, Esteban de Cloyes, se dedicó a predicar por Francia que Dios le había ordenado organizar una cruzada para recuperar la Ciudad Santa de Jerusalén. La razón por la que todavía no se había conquistado Tierra Santa era que los que luchaban no eran lo suficientemente puros de corazón. Esteban fue pueblo por pueblo captando a niños a los que prometía el paraíso y en menos de un mes reunió a treinta mil, a los que se unieron también algunos religiosos y peregrinos. Al conocerse la noticia en Alemania, otro joven, Nicolás, se dedicó a hacer lo mismo y reunió también a muchos, que guió hacia el paraíso. Una buena parte de esos niños murieron por el camino y el resto fueron vendidos como esclavos. Esta historia nos es mucho más cercana, pues ahora mismo hay miles de niños armados que también creen que irán a un paraíso.

¿Y el hombre del saco? Resulta que el viernes pasado, en Las Palmas de Gran Canaria, un hombre en una furgoneta blanca intentó raptar a una menor de nueve años. Siguiendo la pista de ese intento de secuestro, la policía ha llegado hasta un individuo que vivía desde hace años en una fábrica abandonada. Casi como un ogro de cuento, como un monstruo temible, vivía en la sombra del olvido, en donde nadie se aventuraba. No ignoro que hay muchas personas viviendo en ese abandono total de la sociedad, pero me pregunto: ¿cómo puede estar alguien viviendo en esa especie de dimensión paralela? Ese lugar abandonado en el que vivía es también una metáfora del espacio que ocupa en el mundo. Y aquí no acaba todo. Antes de esto, la Guardia Civil había detenido ya a tres hombres con furgonetas blancas en Las Palmas denunciados por intento de rapto a menores.

Qué cerca está aún el bosque y qué claro se oye todavía el aullido del lobo.

1 comentario:

Toni Herrero dijo...

Aun no había comentado tu blog y aprovecho para hacerlo.
Muy interesante este artículo sobre lo que se esconde detrás de las leyendas, cuentos y demás "sabiduria" popular: la miseria del ser humano.

Felicidades. Imma.
Necesitamos voces como la tuya