martes, 14 de abril de 2009

Cautivos y captores


La verdad es que siempre me dio bastante asco la campaña que se hizo para que se liberase a Ingrid Betancourt, porque antes y después que a ella habían secuestrado a otros que, por ser pobres, no tuvieron quien les hiciese campaña de ningún tipo.
Ingrid Betancourt fue y será una privilegiada, secuestrada o no. Y este estatus que nunca perderá, ahora sabemos también, gracias a un libro recientemente publicado por algunos compañeros suyos de secuestro, lo mantuvo durante su cautiverio. No ya sólo por la deferencia que sus captores quisieran tener con ella por considerarla "mercancía de primera" para negociar, sino también por su actitud hacia los otros cautivos que fue, según cuentan en el libro, egoísta, soberbia y ruín. Según mi opinión, actitud natural en los de su clase. Actitud que por otra parte es la que les ha hecho llegar a la cima en la que se encuentran. Porque, ¿qué si no ha permitido a los reyes llegar a serlo? Entre otras cosas no dudar en robar y matar a los demás para conseguir el poder.

Ingrid Betancourt no es reina, ni pertenece a ninguna casa real conocida. Ni falta que le hace, porque ella forma parte de una clase privilegiada de su país que vive y se comporta con el resto como si fueran superiores. Es común entre esta clase, por ejemplo, llamar a los que son de tez más oscura que la suya "indios". Los de esta clase suelen tener la tez más clara, porque pertenecen a familias de origen europeo que de forma oportunista fueron a enriquecerse a Sudamérica. Esta actitud, que es en esencia clasista, acaba convirtiéndose en racista, porque acaban creyendo que hay una relación directa entre el color de su piel y sus cuentas corrientes.

Por esa razón, he llegado a oír en alguna ocasión a una persona de un país sudamericano referirse a un compatriota suyo como "indio" con desprecio, cuando quizás él mismo simplemente tiene la piel de un tono un pcoo más claro, pero sus rasgos son tan indios como los del compatriota suyo que desprecia.

En España, por supuesto, hay muchas personas igual de estúpidas y para mí es mucho peor, porque, al vivir en el mismo país que yo, tengo que aguantar diariamente sus repugnantes actitudes y desagradables comentarios. Es más, en España la diferencia económica entre muchos racistas y el objeto de su odio no es tanta como la que hay entre los racistas de los países sudamericanos y los indios a los que desprecian. Por eso, los racistas españoles me parecen aún más estúpidos, porque están encontrando más diferencias con sus compañeros de clase que con sus explotadores, que son los mismos para ambos. Me parecen más estúpidos porque ven una distancia más insondable con un inmigrante de tez oscura que con el jefe de la patronal, por poner un ejemplo. Más estúpidos si cabe, que la estúpida que se niega a compartir a partes iguales la comida con sus compañeros de secuestro o que les acusa de ser miembros de la CIA ante sus captores.

Pero Ingrid Betancourt se equivocó, porque esta vez no estaba tratando con los pobres a los que estaba acostumbrada, que no pueden ni saben defenderse de los abusos de la clase dominante a la que ella pertenece.

Os dejo un enlace a la noticia que explica lo que cuentan los compañeros de secuestro de Ingrid Betancourt sobre ella.




En este otro enlace podéis leer:

“Era arrogante, pensaba que el campamento donde estaban le pertenecía a ella y que el lugar lo habían construido para ella”. Betancourt habría incluso llegado a decir que se llevasen de allí a los estadounidenses “porque eran de la CIA o porque quizás tenían chips dentro de su cuerpo que hacían fácil el rastreo”. “Nos podían haber matado simplemente porque Ingrid quería más espacio para ella”

http://pabloperezarmenteros.wordpress.com/2009/02/27/ingrid-la-manipuladora/

2 comentarios:

José Luis dijo...

Pues no puedo estar mas de acuerdo con todo lo que dices, palabra por palabra.
No hay mas que ver lo que hizo la Betancourt al poco de ser liberada, irse de tourné por las cancillerías de Europa, hasta fue recibida por el Papa, en definitiva, se fue con lxs de su clase.Y tiempo mas tarde se fue de playitas (creo que al Caribe o al Pacífico) a enseñar la estupenda figura que le había dejado el secuestro. Y para finalizar le dan el Premio Príncipe de Asturias de ¡la Concordia! ¡Qué asco joder!
La mayor parte, por no decir todxs, de los secuestradxs que son liberadxs pasan una largo tiempo con secuelas físicas y psíquicas que les impiden volver a llevar su vida normal hasta varios años mas tarde, y esta tipa, casi al día siguiente de ser liberada, estaba de viaje, de playitas y luciendo vestidos de grandes diseñadores. ¡Qué asco y cuanta hipocresía!

Jesu dijo...

Hola Imma!. Te dejo un comentario como te dije, ok!. Me gusta mucho tu blog...ya veo que tendremos que hacer una sección de actualidad,jeje!!
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